¿Qué es la terapia Gestalt?
La Terapia Gestalt, creada por Fritz Perls, es un enfoque terapeútico encuadrado dentro de la Psicología Humanista: se caracteriza por la importancia del aquí y ahora, la toma de conciencia o ”darse cuenta” y la toma de responsabilidad de lo que nos sucede, tanto a nivel cognitivo, como a nivel emocional, corporal y relacional.
El enfoque gestáltico, es esencialmente una actitud, una forma de estar en la vida con los pies en la tierra, llegar a estar en este mundo de forma plena, libre y abierta, aceptando y responsabilizándonos por lo que somos, apreciando lo obvio, lo que es.
El terapeuta, acompaña al cliente en un proceso de conciencia que le lleva a darse cuenta de su manera de relacionarse consigo mismo y con su entorno, descubriendo, cuales son los mecanismos que le impiden vivir una vida más plena.
Un proceso terapeútico es un viaje, que comienza con un firme propósito de acompañar tanto lo agradable como lo desagradable, lo que nos gusta y nos sienta bien y lo que no. Se abre un camino que con seguridad transformará tanto al paciente como al terapeuta cuando el proceso concluye; de ahí que la terapia Gestalt es una forma de estar en la vida, ya que trabaja en todos los aspectos del ser humano y, en definitiva, no somos tan diferentes en lo profundo.
En estos tiempos de consumo a todos los niveles, incluso con las terapias, la Gestalt, con su sencillez, nos ayuda a encontrar un camino de autenticidad sin edulcorantes artificiales, donde prima lo humano, lo sencillo, la esencia de cada uno, y donde poder descansar de tanta batalla sobre todo con uno mismo. El espacio terapeútico es un lugar en el que poder “descansar” del esfuerzo de demostrarnos lo que valemos, descansar de tanta batalla sobre todo con uno mismo, y dejar de castigarnos por no ser lo que los demás quieren que seamos.
Un acompañamiento cálido, amable, firme, donde el vínculo se va fortaleciendo entre ambos y donde poder transitar todos los aspectos de la persona.
También se puede trabajar en grupo y con parejas.